Joseph Campbell propuso una estructura narrativa que viene al caso en este momento...
La historia se divide en tres actos... dentro del primero hay cinco etapas: "el mundo de lo cotidiano"... vendría a ser la presentación del personaje, del lugar, los valores, la idea.
De repente se da un quiebre, hay algo que rompe con este mundo cotidiano, y todos los problemas, las complicaciones, las rupturas caen sobre este personaje y sobre los valores...
Frente a esto, el individuo tiene dos opciones: rechazar este llamado a la aventura, ya que se siente cómodo con su tendencia a la inercia; o bien, entrar a la aventura, casi siempre empujado por alguien, esa figura que Campbell llamó "mentor".
Si el personaje se decide por la segunda opción, se produce el cruce del primer umbral para pasar al segundo acto, donde se lucha, se discute y persiste, hasta acercarse a la caverna, entrar en la caverna, más allá de la muerte, del miedo, de todo... sólo seguir hasta encontrar una recompensa, y lograr entrar al "mundo extraordinario"...
Pero todo lo bueno sigue, así que se produce, en el tercer acto, la vuelta a casa, el clímax de la historia, y por fin, nuestro personaje es "amo de dos mundos"...
Realmente esta estructura narrativa, para ser una persona que vive como si su vida fuera un cuento, me revolucionó por completo. Me dio una sacudida de las fuertes, que nos dejan temblando las rodillas sin poder caminar, correr o quedarnos de pie.
Me di cuenta que vivo con mucho miedo. Miedo a cosas simples, a cosas desconocidas, a cosas lejanas o cercanas, a cosas que suceden aunque no querramos ni las busquemos... y este miedo hace que quiera quedarme en mi mundo de lo cotidiano, sin querer ir más allá, sin querer lanzarme a la aventura; a veces llegar a taparme los oídos y gritar para no escuchar ese llamado a la aventura, a la vida...
Que tristeza que me dio darme cuenta de eso. Caer en la cuenta de que me acostumbré a vivir en mi burbuja, tan ordenada, tan predecible, tan esclavizadora, tan oscura, tan ciega...
Sólo tengo que hacer un paso. Sólo tengo que cruzar ese umbral.
¿Tan difícil será?
¿Podré llegar a ser "ama de dos mundos"?
Creo que todavía no soy ni ama de mi casa...
