sábado, 11 de septiembre de 2010

Un mometo

son esas complicidades
esas palabras que no se dicen porque ya se saben
saltan y rebotan en las cabezas de los dos
y hacen obligada esa sonrisa disimulada en los labios
que casi llega a escurrirse por las paredes
por el sillón en el que estamos sentados
y nos envuelve provocando las miradas esquivas
y de repente viene el clima
y el vecino ruidoso
y el libro de esa materia que no aguantamos
y nos salvan de ese momento
que es el mejor del día