Pero hasta este momento, por una de esas cosas raras que no sé explicar, no pude expresar nada.
De repente me sentí desnuda. Sola e indefensa frente a un gigante que no quiero enfrentar pero que me provoca.
No se como, con qué armas,
quiero correr, lejos.
Estoy cansada de hacer cosas que no quiero.
Quiero ser yo quien se ocupe de este único viaje
Quiero ser yo, sin nervios ni gastritis la que diga lo que quiera.
No quiero estar frente tuyo, no quiero que me hables, no quiero escucharte
porque sé que no dejas que yo hable y que no sabes escuchar.
Ya sé como será... mirar un punto fijo, como idiota y dejar correr cualquier cosa por el vacío de mi mente...
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