martes, 14 de julio de 2009

No me hago cargo...jiji


Ya son reiteradas las veces que me encontré deseando cosas insignificantes pero sumamente necesarias para mi estado psíquico de ese momento.
Por ejemplo, una vez deseaba un marsmallow (o malvavisco) gigantesco... si, quería uno de esos gigante para abrazarlo y devorarlo a mordiscones... (yo no encontré analogía alguna).
En otra ocasión deseaba un sistema de control de electricidad para prender y apagar todas las cosas de mi casa con un chasquido de dedos... y más de una vez deseé ser invisible y desaparecer, o tener la velocidad de Flash o las lolas de la Mujer Maravilla..
Creo que todos deseamos infinidad de cosas, muchas, muchísimas totalmente innecesarias, pero que nos sacan una sonrisa cada vez que las pensamos.
Un filósofo (no me acuerdo cuál) decía que le encantaba ir a la feria para ver todas las cosas que había y que no le hacían falta...
Tendré que ponerme en campaña y seguir su ejemplo, aunque a veces me divierto, más cuando lo que deseo se relaciona con un canguro de peluche del tamaño de mi depto para meterme adentro y dormir cual cangurito o túneles subterráneos que me lleven a lugares inimaginados!!
Creo que tengo una imaginación demasiado power... AUTOCENSURA!!!!
Mejor me voy a estudiar...

1 comentario:

  1. jaja.. muy bueno. Definitivamente sos una soñadora. Tomás

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